SIN TÍTULO (POUSSIN)
2013
Óleo y pieles sobre lienzo – Oil paint and oil paint skins collage on canvas
215 x 312,5 x 10 cm
ES
Angel Otero, nacido en Bayamón, Puerto Rico en el año 1981, residente en Brooklyn, Nueva York, desde hace una década, estudió Bellas Artes en el Chicago Art Institute especializándose en pintura. Desde temprana edad su obra se manifestó como un enfrentamiento procesual con el lenguaje pictórico, un modelo de entendimiento de lo pictórico que se comporta como un revestimiento de las superficies con el registro de unos recuerdos que debaten su legado en tanto cuenta su historia personal, una historia donde se diluye su memoria y se consolida su visión de la pintura desde un estado de incógnita donde la doblez, el bulto, el pliegue, la fisura se hacen parte determinante del drama de la propia obra.
No en balde, Christian Viveros-Fauné, tituló como comisario su reciente muestra personal en España y Puerto Rico Pintura ascendente, porque ella brota desde dentro hacia fuera, descubriéndonos su proceso de realización, como si Angel descubriese —desacomplejadamente—su manera de crear «pieles pictóricas» para adueñarse del espacio planimétrico de lo pintado como un lugar o territorio simbólico donde cohabitan tradición y vanguardia, Europa y América, figuración y abstracción, modernidad y contemporaneidad. Su obra es en sí un ejercicio de comprensión de lo pictórico que reacciona ante la saturación de los facilismos tecnocráticos de la imagen de la contemporaneidad como una especie de manifestación manual-manufacturada que evita lo tecnológico para cosificarse como lenguaje, mientras hurga en el legado que le precede y lo coloca en una situación de coexistencia ecuménica, de fluida eficacia resolutiva y resuelta solvencia conceptual. Su discurso es su procedimiento de realización, el cual, al desnudarlo ante el espectador, se enuncia como una confesión en extremo sincera en la que Angel especula como ser lúdico y nos dice no busques más, en el camino está el conocimiento de mis hallazgos, y de mis hallazgos, y dicho resultado es su totalidad.
ENG
Angel Otero, born in Bayamón, Puerto Rico in 1981 and living in Brooklyn, New York for over a decade now, studied Fine Art at the Chicago Art Institute, majoring in painting. From a very early age his work took on the form of a processual confrontation with the language of painting, a model of understanding painterliness that could be viewed as a covering of surfaces with the register of memories that question their legacy inasmuch as they tell a personal story, a story in which memory is diluted and a vision of painting is consolidated from an unknown state where pleats, folds, lumps and fissures become key parts of the drama of the work itself.
It is no accident that Christian Viveros-Fauné, the curator of a recent one-man show by the artist in Spain and Puerto Rico, called the exhibition Pintura ascendente, because the painting rises from within, uncovering its process of making as if Angel were unabashedly revealing his way of creating “painterly skins” in order to take over the planimetric space of the painted as a symbolic place or territory where tradition and vanguard, Europe and America, figuration and abstraction, modernism and contemporareity all coexist.
His work is in itself an exercise in understanding the painterly enterprise that reacts against the saturation of technocratic easy-options of the contemporary image as a kind of manual-manufactured manifestation that eschews technology in order to reify itself as language, while it rummages in the legacy that precedes it and that places it in a situation of ecumenical coexistence, with a fluid resolutive efficacy and a resolved conceptual solvency. His discourse is his process of rendering, which, by laying itself bare to the beholder, announces itself as a sincere confession in which Angel acts like a playful being and tells us to stop looking, that the knowledge of his discoveries is found along the way, and the result is its totality.
