FELIZ FEROZ


Santiago Ydáñez (Jaén -1967), presenta su primera exposición individual en la Fundación Canaria Para el Desarrollo de la Pintura (FCDP). En esta muestra podemos recorrer diversas etapas, por ejemplo piezas nostálgicas relativas a la idea de frío, forjadas tras sus años berlineses.

 


Allí estuvo viviendo 20 años, siempre alternando Berlín con el sur de España, Puente de Génave (Jaén), Granada y Málaga. Solo en los últimos años de estancia en Alemania, empezaron a salir trabajos de sus vivencias allí. Imágenes muchas, surgidas de años de acarreo de libros, conseguidos enlos mercadillos de fin de semana. En esta muestra podemos encontrar dos piezas de ese imaginario: el periquito y la chica saltadora de trampolín, donde ha utilizado tonos terciarios.

Poéticas de ascenso y descenso germánico, la continuación se centra en otras líneas recurrentes en su obra, como la infancia en distintas líneas: lo salvaje, travieso y también misterioso, motor importante en su creación. El paso del tiempo convierten a estas imágenes de niños en una especie de vanitas. También el mundo floral tiene vínculo con la maternal infancia, unido esto a su amor por la historia del arte. Sobre el barroco ha trabajado bastante, sobre todo relacionándolo con el romanticismo.

La primera colección donde los contrapuso de manera rotunda, fue la que realizó en el año 2006 en La Galería Fernando Santos en Oporto, Foz se llamó. En ese sentido, tenemos dos piezas aquí: El paisaje nevado y la versión de la deposición de Cristo de Caravaggio. Esta inmersión en el Barroco se acentuó tras su paso por la Academia de España en Roma, un año de auténtico disfrute.

También hay piezas que podemos llamar “raras” dentro de su producción; una es el diálogo con Thomas Hirschhorn y otra el Acorazado Maine, que es parte de un proyecto no mostrado ni concluido llamado “El día de antes de la tragedia”, comisariado por Paco Barragán. El mundo ancestral con sus mascaradas rurales y su animalario cierran la muestra.